lunes, 17 de marzo de 2008

CAPITULO I (parte uno) - Reunión

- Che, inútil, ayuda con el feca –dijo Jorge.

Era raro que Ernesto M. contestara. Simplemente abandonaba sus pensamientos y sacaba las tasas, cucharas y el café.

-¡Pero escuchame! ¿No le desarmaron el equipo a San Lorenzo también? –dijo Martín mientras le tocaba la pierna derecha a Ernesto.
-TE Vi, … ¡¡Forro, forrazo!! Le tocás la pierna a este gilun.
-No, no pero igual River está muy por encima del resto. –aporto Claudio.

Dentro del caos, Roberto actuó:

-¡¡No rompan las bolas!! Si nosotros (en alusión a San Lorenzo) le ganábamos a Racing ya casi éramos campeones.
-Está bien, está bien . Pero no te olvides que le desarmaron el equipo. – Martín.
-¡Pero viejo! Les pasa a todos. –Roberto.
-Eso es cierto. En realidad las dos cosas lo son..

Alguien interrumpió a Ernesto M. No importaba quien o porque. Eran perdedores, resentidos aspirantes a borrachos. Algo lo desperto. Casi nunca hablaba. De hecho, cada vez que lo hacía se arrepentía de hacerlo. Siempre pensaba que peor era estar el sábado solo en su casa leyendo o mirando la televisión. Aunque era como cuando los chicos en el colegio prefieren ser maltratados o humillados antes que pasar desapercibidos y olvidados por todos. Que para un chico el colegio es el mundo. Para Ernesto estas reuniones eran algo similar. Similar a un colegio, ¿o similar al mundo? Divagaba cuando algo lo despertó.

-¿No vamos a hablar más de poítica? Eh, ¿vos zurdito?

Las agresiones eran constantes, y el “que era el pibe”, no podía comprender que era envidiado a causa de su juventud. Y se sentía muy solo. A pesar de estar acompañado.

Jorge Fernádez era ingeniero, había militado toda su vida en la UCA (Unión de Centro para Argentina). Se definía comunista, pero se comportaba y pensaba pragmáticamente como un reaccionario. Confundía la causa con la consecuencia. Había nacido el 16 de Julio de 1950. Tenía tres hijos y una mujer que se llamaba Susana. Pero se sentía feliz y pleno solo cuando estaba sin nadie de su familia cerca. Su esposa tenía seis años menos que el. Fanático de Boca y de las decadentes y sensacionalistas películas norteamericanas.

Martín era el personaje más simpático de la mesa. Era el único que no detestaba a las mujeres. Era histriónico y graciosos. Habitualmente estaba de buen humor y era muy optimista. Vivía en provincia y tenía siete años más que Jorge. Había estado afiliado al Pc, pero era muy crítico respecto a lo que había sido el experimento de la URSS. Tenía dos hijos de la edad de Ernesto M. La mayor vivía en España. La relación con su esposa nunca había sido buena.

Roberto era el más calentón y el más inteligente de todos ellos. Era hincha de San Lorenzo, y era por quien Ernesto tenía más simpatía y creía tener más cosas en común. Lo que ocurría era que antes de la irrupción de Ernesto en la mesa de los impresentables, era el más joven. Era remisero desde hacía muchos años, pero era aficionado a la música clásica, la ópera y el tango más ortodoxo. Estaba separado y tenía un hijo de cinco años. Había nacido en el 61. Y Claudio, su hermano mayor tenía un año más que Jorge. Dueño de un lubricentro. Alcohólico con todas las letras. Su relación con el dinero y con las mujeres eran caóticas. De hecho, había mantenido muchos años a su hermano menor, pero ahora no tenía casa propia. Su hija Daniela de siete años, no se le parecía en nada. Pero en fin, todos tenemos nuestras innumerables e incontables miserias..

Perdón por el necesario paréntesis. Vuelvo a Ernesto M. Tenía enormes problemas de concentración que lo obligaban a dejar la facultad, recinto al que concurría con la esperanza de conocer a alguna mujer.

-¿En dónde estás pibe? Escucháme, vos sos un intelectual. Lo defendes a Maradona. ¿Maradona es tu ídolo? –Martín.
-Sí – contestó Ernesto M. Las rencillas ubicaban un tema de conversación. El nunca lo elegía. Y cuando se manifestaba se sentía derrotado por unos o por otros.
-Deja, no sé. . ¡¡¿Para qué carajo lees tanto?!!

¿Cómo podría explicar lo que sentía? En un mundo de hipócritas, mentirosos, mediocres y farsantes, Diego Armando es auténtico. Inimitable, muy talentoso. Un tipo realmente envidiable en un país de envidiosos. Y claro, no es Lenin. No, porque no es contemporáneo. Cuando Ernesto M. tuvo un esguince estuvo más de un mes sin poder caminar. Otro mes en bastón y con el pie vendado, mientras que Maradona en el mundial de 1990 (en peor estado que el) le daba un gol hecho a Caniggia en los octavos de final. Cuando un país está plagado de incapaces e inconcientes emergía la figura de un tipo que, como decía Arrigo Sacchi: “no solo es capaz de hacer lo imposible, sino lo inimaginable”. Pero Ernesto M. no sabía expresarse correctamente, además no sería escuchado. Y si para un marxista esto no son argumentos… ¿Cuándo fueron más felices los italianos del sur que cuando Maradona jugó en el Nápoli?

Quizás Ernesto M. estaba más sensible que nunca y se sentía muy frustrado al ser un oficinista de 26 años con un gran caudal intelectual. Además creía (y no se equivocaba) que su honestidad, su humildad, su trans- parencia y franqueza le jugaban en contra. Pero no solo en el trabajo, sino en toda su vida. A lo largo de toda la historia de su vida. Habría que sumar su tendencia a pasar desapercibido en muchas circunstancias.

-Yo no sé como son las mujeres, -Jorge.
-Necesitan afecto y contención - Martín.
-El problema de las mujeres empezó en la década del 60. Con la famosa “liberación femenina”. Y nosotros somos los principales responsables. Porque claro, vemos una mina en minifalda y nos gusta. Pero fuímos nosotros como hombres que fuimos perdiendo el control, el poder -Jorge.
-Una locura. Sin tener en cuenta los derechos de las minorías, la democratización de la sociedad o los hombres que al morir en las guerras obligaban a las mujeres a trabajar.
-¡¡No, no!! No saben lo que quieren. – dijo Claudio.
-Y cuando lo saben, lo reprimen, - dijo con firmeza y desición Ernesto M.
-Pero, ¡¿qué sabés vos?! Vos le tenés miedo a las mujeres -dijo Martín señalando con el dedo índice a Ernesto M.

18 comentarios:

Cooper dijo...

JEAN PAUL:
QUE DECIR. ¡¡ QUÉ PARECIDAS SON LAS NOVELAS A LA VIDA !!!
BUENA. MUY BUENA LA PINTURA QUE ESTÁS HACIENDO.
ES CLARA.
DAN GANAS DE SEGUIR LEYENDO.
MIENTRAS, LOS DEMONIOS SALEN Y FELIPE TE ABRAZA SONRIENTE.
TE QUIERO.

Nicolás Lucca dijo...

Yo si sé como son las mujeres. Son como los hombres, pero conun claro sentido de lo que está mal en los hombres.

Muy buen comienzo, Jean Paul. Esperaba un prologo de Bioy o de Casares, pero bueno.

Jean Paul dijo...

El prólogo sería suyo. Espero que no depositen muchas ilusiones o expectativas.
Solo disfrutenla. O mejor dicho, sufranla.

Anónimo dijo...

Bueno, ya comenzó al fin llego el primer capítulo donde me encanta como hablas de Maradonna y las Femmes en boca de tus personajes un tanto complejos como nosotros, presiento que este escrito sera un largo sarcasmo sobre como dices en el texto que todos tienen podredumbre y frustraciones, no son las palabras exactas pero algo asi. Y brother....creo que yo tampoco entiendo a las mujeres, ni a los hombres...somos un universo de complicaciones...pero al menos lo intentamos...besos jean paul, me gusta mucho como escribes....espero que no nos hagas esperar mucho con las partes....

Claude dijo...

No sé cuál es el más loser ni quiero arriesgar ahora que la historia recién comienza, pero cuando lo ubique voy a apostar a él como un protagonista de escándalos sanguinarios tipo ejecutar a un amigo falso o poner una bomba en el Ministerio de Seguridad.

Jean Paul dijo...

Gracias maro, gracias claude.
Bueno, claude temo que usted quizás se decepcione con la trama y con lo que lea. O, no.
Bueno aprovecho para decir tres cosas:
1.- Creo que la novela no es buena, y temo que al final muchos se decepcionen.
2.- A pesar de esto, la segudna parte viene el martes próximo.
3.- Muchas gracias. Gracias en stéreo

Anónimo dijo...

Jean Paul, dejate de romper las pelotas con que no es buena!

Hay tantas cosas pedorras que tienen éxito!

Anónimo dijo...

Me vendes los derechos?

Anónimo dijo...

Hola Jean Paul! Soy una infiltrada!
Me siento como si hubiera entrado a uno de esos clubs británicos y los caballeros (cigarro en la mano izquierda y whisky -pura malta- en la derecha)me miraran con fría condescendencia...qué momento! ¿Se me habrán corrido las medias?

Ya está, lo superé y a menos que coloques un cartel bien visible en la entrada, no comentaré, pero seguiré leyéndote.

Muy buen comienzo!
Saludos!

Detective de mascotas dijo...

me siento un poco identificado on martin, sacando lo de los hijos, no?
espero con ansias la segunda parte
saludos cordiales.

Nicolás Lucca dijo...

Susana: YO TE AUTORIZO A COMENTAR.

En parte (una pequñita parte) tambien escribo yo!

Obviamente, no se compara con Jean Paul, pero bueno!

Besos!

Anónimo dijo...

Hola Brunoooo! Muchas Graciaaass!
¿Vio Jean Paul? Tengo santo, seña y free pass!
En cualquier momento me enrosco con sus personajes (con usted no, faltaba más)por ahora, me estoy ambientando en este pulcro recinto masculino.

Saludos!

Jean Paul dijo...

dan Brown no creo que sea tan mala como el Código Da Vinci.
Stephen King, ¿Cuánto me paga?
Si, Si Su su - Susana Q. Muy gentil, comentar es mejor. Si la lees también es bueno.
Detective, releí la novela mucho. Martín tiene muy poco de vos; el real y el de la novela.
Bruno además de autorizar estás obligado a traer gente a punta de pistola -y se que podés conseguir- para comentar.

Anónimo dijo...

Che, te tomo "prestado" la historia. No te cambie ni las comas, despues arreglamos......si se dan cuenta.

Saludos!

Anónimo dijo...

me mataron los comentaristas, qué nivel. aguante la novela. promete. un consejo: tratá de publicar los capítulos con cierta continuidad o nos vas a obligar a releer para seguir el argumento. nada más. la crítica, como corresponde, una vez que la hayamos terminado. salú!
(voy a poner un link en blog, pará)

La Mascarada dijo...

Pero me encontré con este blog y morí de amor, porqué no lo había visto anteriormente, no lo sé.

Humildemente te hago un regalito blogeril. Aquí te paso el link hacia el.
http://afueravivianacanosa.blogspot.com/2008/03/premio-dardo-2008-gracias-sol-de.html

Besos

Caro
(lanegradice.blogspot.com, y demás)

Anónimo dijo...

Si El Anatomista ganó el Planeta, vos te mereces el Cervantes, querido!

Jean Paul dijo...

Mire escritor enmascarado y enmantecado. Me entere que los premios se compran.. ¡hasta antes de escribir los libros! No joda andaharazi.
Vuelve zombie. Vamos carajo. La NOVELA ESTA A PUNTO DE SU SEGUNDA PARTE...