viernes, 30 de mayo de 2008

Cap X (se esclarece la trama)

X

Vamos a entrar.
Pero es una línea de subte.
Seguime.
¿Por dónde te metes?
Quedate tranquilo.
Iban caminando en la oscuridad, dentro del túnel del subte. El miedo de Ernesto, más que a un vagón, era un cable electrocutado o pisar algo y lastimarse. La oscuridad era profunda, inabarcable. Le parecía eterna, aunque fueran solo pocos minutos. Y estaban a pasos de la Iglesia de Bolívar y Alsina. Pero subterráneamente. Ernesto M. no tenía ni la menor idea de ello.Lo único que lo mantenía atado al mundo real y en el que había estado hasta hacía breves instantes, era la mano de Edith; que le dijo:
Vos quedate agarrado a mi.
Y si, ¿lo mínimo, no?
Te lo bancas bien. Yo la primera vez temblaba de miedo.
¿Y a dónde vamos?
Ya estamos llegando.
De repente la luz, y el aire. Pero estaban bajo tierra. Y una entrada sombría y austera.
Esto es re militar.
Sí.
Parece raro.. ¿a quién llamás?
Ya vas a ver.
Es una obra de teatro. Te agarre.
¡¡Exacto!! ¿Cómo supiste?
Estás llamando a una amiga con el celular.
No. ¡Puta madre!
Apareció Daniel. Lo primero que sintió Ernesto M. fueron celos, después confusión.
D: Buenas noches.
E.M: ¿Qué es esto?
E: Ya sabés. Pasá.
La clave en latín sorprendió a Ernesto M. Si era una obra de teatro, ¿Por qué no había puesta en escena, por que no habían cambiado sus nombres para la actuación? Entrar al lugar lo dejo boquiabierto. Rapidamente, comprendió que estaba en una gran casa vacía. Temió que fuera una secta. Paredes sin decorados excesivos, pero llamativas. Porque había escudos y unos papiros que Ernesto M. malinterpretó como diplomas. Comenzaron a aparecer individuos de túnicas oscuras. Verdes, negras, azules y marrones. La iluminación no era natural, pero era por demás suficiente. Además todos pare- cían tener algo en común. Todos parecían ser intelectuales o tipos que cultiva- ban algo. Ernesto pensó que era una secta.
¿Esto que es?
Es una armadura.
Del siglo XVIII. ¿Te gusta? –dijo Daniel.-
Sí, esta muy buena.
¿Cuál es tu apellido?
M.
Ah,.. no hay escudo. Pero todo apellido tiene heráldica.
Ernesto pensó que ese lugar era maravilloso y embotaba completamente su vista. Aumentó la claridad del recinto. Pero no fue solo eso. De a poco, iban apareciendo mas personajes. ¿De dónde salían? Todo parecía imposible de explicar o al menos de comprender. Si no había lamparitas, ¿Cómo carajo se iluminaban? El salón, ahora visto con mayor atención era gigantesco. Se destacaba una silla en una de las cabaceras. Recordó a Los Simpsons en la logia de los Magios y estuvo a punto de reírse. ¿No había libros? ¿A qué se dedicaban?
E: ¿Qué me van a hacer?
D: Te vamos a informar.
E: ¿Sobre que?
D: Sobre lo que somos y lo que hacemos.
E: ¿Por qué a mi?
D: Porque a vos no hay que explicarte mucho, ni convencerte de nada. Vos ya tenés clara como son y funcionan las cosas.
E: Entiendo poco.
D: Decíle Edith.
Ed: Ernesto, vos sabés perfectamente que las cosas están mal. A nivel nacional y mundial.
E: Sí, ¿y?
Ed: Que lo que no está bien hay que cambiarlo. Si tengo diez bolsas de comida para veinte personas, una no se puede quedar con quince. Y que 300 familias no pueden controlar el ingreso que le corresponde a casi el 60% del mundo. O sea, mas de tres mil millones..
E: Resumiendo: Hay que cambiar las cosas.
D: Por favor. Silencio. El líder está llegando.

6 comentarios:

Cooper dijo...

JEAN PAUL:
¡¡ AHORA SÍ!! AHORA ESPERO MÁS QUE ANSIOSA EL PRÓXIMO CAPÍTULO.
SALUTIS.

Nicolás Lucca dijo...

Si, comparto, se está poniendo lindo el asunto.

Pobre M, la realidad se le revela en números que nunca supo, o nunca quiso ver.

Claude dijo...

Cortaste el relato en lo mejor, no te perdono. Este capítulo (trunco, como ya sugerí) es el que más me gustó. Toda esa cuestión de los subterráneo, lo estrafalario y lo conspirativo... Tuve ganas de estar ahí.

Anónimo dijo...

Coincido con el anterior. Es el capitulo que a uno lo deja enganchado.

Jean Paul dijo...

Bueno, los que venían leyendo se están enganchando.
Me parece que la novela es un ensayo para mi. Es un trampolín, pero si los entretiene gracias.

Anónimo dijo...

guau...a ver que sigue, que sigue seguiré leyendo